logoinvert.png

Diabetes en niños y adolescentes

Tristemente la diabetes ha dejado de ser una enfermedad exclusiva de personas mayores. Ahora, los más jóvenes también tienen que lidiar con las complicaciones que se derivan de la diabetes y tienen que adoptar cambios en su estilo de vida para cuidar su salud, situación que no pocas veces los hace sentir extraños y casi que ajenos al mundo juvenil en el que conviven a diario. Los adolescentes que han aceptado la realidad de su condición, que saben y aceptan que tanto los medicamentos como la abstención de ciertos alimentos son imprescindibles en su día a día se sienten más fuertes y preparados para continuar una vida normal.

No hace mucho tiempo, la diabetes que más se presentaba tanto en niños como en adolescentes era la tipo 1. En estos casos el páncreas deja de producir insulina, la hormona que ayuda a que la glucosa ingrese en las células para inyectarles energía. Sin esta hormona, el azúcar comienza a acumularse en la sangre. Ahora la diabetes tipo 2 comienza a ser una realidad en la vida de muchos chicos y chicas que ven de repente como su vida da un giro inesperado. La diabetes tipo 2 es, o era, más común en adultos, pero debido a los malos hábitos de vida que dan como resultado problemas de obesidad y sobrepeso los más jóvenes están comenzando a cargar con esta cruz que no obstante puede ser llevadera si se le presta la debida atención. La diabetes tipo 2 es aquella en la que el cuerpo no produce o no usa la insulina adecuadamente.
Los chicos que están en más riesgo de contraer la diabetes tipo 2 sufren de obesidad, no realizan ninguna rutina de ejercicio, descuidan su alimentación y aparte presentan antecedentes familiares. Un cambio en los hábitos de vida es imperioso para controlar la enfermedad y llevar una vida normal; en los casos más avanzados quizás estos jóvenes pacientes requieran de insulina o medicación oral. Por su parte, los niños y adolescentes con diabetes tipo 1 no siempre requieren insulina; mediante examen de sangre el especialista valorará si esta es necesaria.

bridge-990100_640.jpg

 Conducta social

La diabetes no solo representa una alteración en el orden interno; en el caso de los adolescentes es frecuente que muchos de ellos manifiesten síntomas de rebeldía, depresión y desasosiego. Durante la época de la adolescencia las personas experimentan cambios físicos, psicológicos y hormonales que hacen que sea más difícil el control de la enfermedad. Los adolescentes pueden presentar complicaciones para producir saludables niveles de glucosa debido a los cambios hormonales, el aumento de consumo de alimentos, cambios de peso y/o talla, problemas familiares o escolares o el consumo de alcohol o drogas, entre otros factores. Los especialistas creen que la hormona del crecimiento, producida durante esta etapa para impulsar el crecimiento óseo y muscular, puede interferir en la producción de insulina; se hace cada vez más difícil controlar los niveles de azúcar en la sangre, haciendo que estos oscilen entre demasiado altos y demasiados bajos.

De acuerdo con http://expansion.mx/, esta enfermedad puede traer consigo desórdenes en el aspecto psico- social que ha futuro pueden afectar el desempeño escolar y laboral. Según esta web, la diabetes ha influido notoriamente en la deserción escolar de los chicos en Estados Unidos; las investigaciones han arrojado resultados alarmantes en cuanto a este tema: la tasa de deserción escolar entre jóvenes diabéticos llegó a ser 6% más alta que las del resto de estudiantes. A su vez, el promedio de personas con diabetes que ingresan a la universidad es entre 8 y 13% menor que el del resto de la población, lo que a futuro podría influir en la generación de ingresos en el ámbito laboral.

Muchos adolescentes exteriorizan su rebeldía dejando de tomar su medicina; desean una vida normal y el tener que estar pendientes de la medicación no ayuda mucho a identificarse con los demás muchachos. Es normal por eso que muchos de ellos pretendan negar la enfermedad  asumiendo un comportamiento agresivo.

Se puede llevar una vida normal
La diabetes no representa el final del camino. Obviamente hay que tener cuidado, pero si se sabe tratar la persona puede llevar una vida tan plena y feliz como cualquier otra.
Comer más frutas y verduras, reemplazar el pan normal por pan integral, bajarle al consumo de lácteos, consumir carnes con pocas grasas y estar atentos a la medicación harán toda la diferencia. Los alimentos más saludables son aquellos que son preparados al horno, asados o a la parrilla. Es recomendable evitar la mantequilla y hacerle el quite a los fritos.
El ejercicio físico ha de ser parte de la rutina diaria. Salir a caminar por espacio de 30 minutos o montar en bicicleta son alternativas muy accesibles para mantenerse activo. Se recomienda hacer ejercicio durante 60 minutos, todos los días en intervalos divididos en espacios de 20 minutos, tres veces al día.


SIMBLAWebsite Builder